La película Siembra, ópera prima de Ángela Osorio y Santiago Lozano fue premiada en el Festival de Cine Latino de Toulouse en Francia con el máximo galardón, el ‘Grand Prix Coup de Coeur’.
Los jurados resaltaron la estética que maneja la película. Su fotografía en blanco y negro; el manejo de la música del Pacífico Colombiano con sus arrullos mezclada con el ritmo y el baile del Hip-Hop, una clara muestra de los mundos de ‘El Turco’ y su hijo Yosner.
Siembra era el único film colombiano en la categoría Largometraje; en la cual competían 12 filmes de países como Ecuador, Chile, Argentina, Cuba, Paraguay, México y Guatemala.
El premio obtenido por Siembra en el Festival de Cine Latino de Toulouse, el cual es uno de los Festivales de cine latino más importantes de Europa; se suma al Premio Especial del Jurado del FICCI 2016, el de la Crítica Independiente a Mejor Dirección en el Festival de Locarno en Suiza 2015 y el Premio a Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine de Tarragona, REC de España.
La Facultad de Comunicación Social desde hace 30 años viene comunicando historias que marcan vidas desde el periodismo, las organizaciones y el cine. “Prueba de ello es el programa de Cine y Comunicación Digital donde mientras iniciamos el proceso de distribución de la película Siembra, paralelamente estamos trabajando en otros dos proyectos de largometraje con los que la Universidad le sigue apostando al séptimo arte en la región”, concluye Romero.
Siembra cuenta la historia de ‘El turco’, un pescador de la costa pacífica colombiana. Él añora regresar a la tierra que abandonó hace tres años, en compañía de su hijo Yosner, a causa del conflicto armado. Vive en la ciudad atrapado por un sentimiento de desarraigo mientras su hijo encuentra en ella un futuro posible. Este filme se estrenará en las salas de cine colombianas, el próximo 14 de abril.
Sinopsis
Turco, un pescador de la costa pacífica colombiana añora regresar a la tierra que abandonó hace tres años, en compañía de su hijo Yosner, a causa del conflicto armado. Vive en la ciudad atrapado por un sentimiento de desarraigo mientras su hijo encuentra en ella un futuro posible. La ilusión del padre por regresar se rompe con la muerte del hijo. Turco se ve confrontado por el dolor y la impotencia ante ese cuerpo inerte que se ha convertido en un obstáculo más para volver a su tierra. Mientras se celebran los rituales tradicionales de velación, Turco se distancia y deambula por la ciudad para realizar su propio duelo; pero el tiempo pasa y tiene que encontrar un lugar para enterrar a su hijo.