Un economista con fibra social que corre por la vida con un gran sentido del humor, es un poco de lo que es Carlos Ignacio Chávez Ubillus, docente Autónomo que nació en Popayán, pero que desde los cinco años vive en Cali, una ciudad a la que le aporta como persona y economista, pues parte de su vida profesional está dedicada precisamente a construir desde la economía una ciudad mejor, en la que los recursos que se destinan a la solución de problemáticas sociales y económicas pasen por un adecuado y riguroso análisis económico antes de ser asignados arbitrariamente.

Carlos Ignacio es economista de la Universidad del Valle y especialista en Evaluación Social de Proyectos de la Universidad de los Andes, la maestría Mención en políticas económicas y sociales, la cursó en la Universidad Nacional de Tucumán en Argentina, pero se tituló en la Universidad Autónoma de Occidente en el año 2014. Esta fue una experiencia de vida que no solo le aportó académicamente, entre otras cosas, también pudo conocer y vivir de cerca la cultura ‘rockera-argentina’ que durante los 90, en su plena juventud, disfrutó a todo dar.

Y es que para Carlos el componente social ha sido una fibra sensible desde siempre, precisamente su profesión la ha dedicado a trabajar en la medición del impacto social de diversas políticas públicas de áreas como la salud, la movilidad, la educación, entre otras. La relación entre el análisis económico y su aplicación a la solución de problemas sociales, es especialmente importante:

“creo que una de las cosas, me parece, que más daña este país, es ese divorcio entre la academia y la política, la academia puede generar muchas cosas positivas, pero la política no obedece a las lógicas académicas muchas veces”, asegura el docente.

Por ello, desde muy temprano se interesó en identificar qué líneas de su profesión podía usar, no solo para beneficio propio, sino para el trabajo social. De ahí que haya decidido enfocarse en la microeconomía y la evaluación económica de proyectos, conocimientos que le da herramientas para fortalecer el campo de análisis e inclusive llegar a decir:

“esta política está mal diseñada, mal enfocada, no da los resultados esperados, se podría considerar de otra manera”.

Su experiencia laboral se empieza a forjar cuando aún era estudiante de pregrado, trabajando con el Centro de Investigación y Documentación Socioeconómica, CIDSE, de la Universidad del Valle, pero ha sido ese interés profesional el que le ha permitido vincularse a distintas organizaciones. En el 2005, cuando regresó de Argentina, se vinculó a la Escuela de Administración Pública, ESAP, en Bogotá, ahí dictó los curso de economía del sector público y participó en una investigación sobre la descentralización municipal de Tocancipá y sus efectos en la calidad de vida de la población.

Como contratista también ha estado en varios proyectos, en el 2007 trabajó con la Alcaldía de Cali en ‘Cali como ciudad región’, donde se encargó de la recolección de datos y construcción de políticas para la ciudad en el conjunto de la región suroccidental y en ella identificar potencialidades en términos de industria, salud y diversos clúster que impulsan el crecimiento económico.

Un año antes de ese proyecto, fue docente cátedra en otras universidades y en el 2006 llegó en la misma modalidad a la Universidad Autónoma de Occidente, poco después se vinculó como docente de planta de la institución. Carlos Ignacio dicta los cursos de evaluación social de proyectos y economía empresarial, desde donde fomenta con sus estudiantes el uso de los conceptos y herramientas de la economía para analizar, medir y evaluar las asignaciones de recursos destinadas a solucionar problemas sociales.

Uno de los proyectos que ha liderado en estas líneas es ‘Costos generalizados de viaje en el MIO en el oriente de Cali’, exactamente en el distrito de Aguablanca, donde se hicieron importantes hallazgos en materia de desmejoramiento de los tiempos de espera por los usuarios, lo cual referido en términos monetarios genera mayores costos a los usuarios. Este proyecto ha sido uno de los más enriquecedores para el docente, pero es quizás uno de los únicos trabajos de la ciudad relacionados con el análisis de costos y beneficios generados con la implementación del sistema de transporte masivo. Actualmente, dirige un trabajo de grado sobre ‘Brechas entre oferta y demanda del masivo’, la misma área de movilidad, pero esta vez identificando sectores geográficos donde hay brechas de ese tipo; con esta tesis se espera construir indicadores que identifiquen los sectores de la ciudad donde hay mayor o menor oferta y demanda. Proyectos como este le permiten dar herramientas investigativas y de análisis a entidades gubernamentales, por ejemplo, para una mejor distribución de rutas.

El docente viene adelantando una investigación en ‘Estrategia integral para la competitividad de la región pacífico’, con el Grupo de Investigación Economía y Desarrollo, GIED, de la UAO, busca identificar en la región pacífica las fortalezas de las distintas zonas para que pueda potencializarse tanto en esa zona como en toda la región. Complementario a este, trabaja en el ‘Sistema de Información Geográfica’ un proyecto que contiene variables informativas de toda el área dentro de la región pacífico.

Realmente lo social ligado a lo académico resulta una relación importante para Carlos Ignacio, quien durante los 80 fue de los pocos en poder acceder a educación superior. Por eso, se motiva para transmitir a las nuevas generaciones la necesidad y el amor por el conocimiento, tanto de su familia como entre sus alumnos.

Entre tanto, participa en carreras de atletismo en la ciudad, no solo para sobrellevar la carga laboral, sino para mantener una vida saludable. Justo el año pasado llegó a competir en 15 carreras en las que no ha resultado ganador, pero sí como una persona que se enfrenta a retos y los asume con mayor resistencia física y mental. Su sueño es llegar a correr en la media maratón de Nueva York, para lo que desde ya se está preparando.

Si de libros se le pregunta, dirá que de las ciencias económicas lo cautiva el Nobel de economía Amartya Sen, los escritos y reflexiones del exministro de salud Alejandro Gaviria y de literatura se va por Hermann Hesse. De música disfruta de rock en español en sus momentos de descanso y de la música electrónica, que lo vitaliza para competir en las carreras en las que participa y a las que dedica parte de su tiempo sagradamente.

Por ahora, espera seguir dirigiendo trabajos de grado de su línea de interés que logran importantes hallazgos para la sociedad caleña, así como para la región con las investigaciones adelantadas con GIED. ‘Correr’ disciplinadamente por sus metas y por pasar la banda de llegada en la media maratón de Nueva York.