Docente y egresada UAO tras el lente de Golán
Golán, película que contó con la participación de Lucia Diegó, docente de la Facultad de Comunicación Social, Humanidades y Artes, como director de arte, y de Natalia Burbano, segunda asistente de cámara y egresada del programa de Cine, fue lanzada en Málaga, España, en el Festival de Cine de Málaga.
“Para mí es muy importante que esta película se estrene, porque es muy lindo ver en pantalla un proyecto que se hizo con tanto amor. Si tú le preguntas a cualquier persona que hizo parte del equipo va a hablarte con ese mismo sentimiento”, asegura Natalia.
Esta película, nos cuenta la historia de Pedro, un joven de 15 años que realiza un viaje a una finca para enfrentar un duelo familiar. Este chico, que hace parte de rituales de masculinidad tóxica en un ambiente inestable y narcotizado, se acerca a Margarita, que le hace saber de la decadencia de su familia, a lo que Pedro se cuestiona si desafiar los valores familiares o seguir siendo parte de la manada.
“Es la primera película en la que asumo la dirección de un departamento, entonces fue retador e interesante participar de este proceso creativo. Siento que una parte fundamental de estos procesos de rodaje viene acompañada de la presencia de personas que están en su etapa de aprendizaje, en procesos de formación como estudiantes, o recién graduados, que necesitan vincularse a espacios laborales y que aportan mucho desde esos conocimientos adquiridos”, explica Lucia Diegó.
Esta película, fue dirigida por Orlando Culzat, quien se graduó de la Escuela de Cine Black María, Colombia. Orlando tiene un máster de Guion para Cine y Televisión de la Escuela de Cine de Barcelona, ECIB. Recientemente ha finalizado su ópera prima Golán, con el apoyo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico Colombiano y la Fundación Carolina, con asesoría de guion de Rodrigo Moreno, Paz Alicia Garcíadiego y Montxo Armendáriz. Como productor, estrenó El alma quiere volar, dirigida por Diana Montenegro, en la selección oficial del PÖFF Black Nights Tallinn en 2020.
“Me atrevo a decir que es de las mejores experiencias en mi vida laboral. Empezando por Orly, director de la película, quien escucha todo detalle, trabaja tanto con el talento como con el equipo técnico. Trabajar con el fotógrafo Juan Carlos Martínez, fue muy valioso, aprender de él y enfrentarse a otra forma de ver la luz. Es una película un poco oscura y los encuadres nos llevan a sentirla. Y ni hablar de todo el equipo técnico en general, como dijo Diana Montenegro, productora del proyecto, nos convertimos en una familia conviviendo cinco semanas”, finaliza Natalia.
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