Por Angie Catalina Yace Calambás, estudiante de Comunicación Social – Periodismo y del Programa Pilos

Desde la disciplina encargada de la rehabilitación de los desórdenes en la comunicación humana y el lenguaje, trabaja Luz Ángela García Rojas, la fonoaudióloga, quien es docente del departamento de Lenguaje de la facultad de Humanidades y Artes de la UAO, y que desde su ingreso a la universidad se ha empeñado en construir sociedad desde la academia, particularmente desde el apoyo a las dificultades en lectura y escritura.

Con ese carisma que la caracteriza y con todas las ganas de ‘comerse’ el mundo, se graduó en el 2012 como fonoaudióloga de la Universidad del Valle. Actualmente está en la etapa final de la maestría en ‘Lingüística y Español’ de la misma universidad, y planea seguir ampliando su formación académica, apostándole a formar ciudadanos más activos social y analíticamente.

Aunque siempre tuvo claro que quería trabajar desde el área educativa de la fonoaudiología, inició su trayectoria laboral en la parte clínica, uno de los espacios que afinó esa fibra social que la mueve, debido a la gran carga emocional que implica trabajar en el Hospital Universitario del Valle (HUV). Ahí trabajó como fonoaudióloga asistencial en atención clínica de Unidad de Cuidados Intensivos neonatal y adultos.

Poco después es contactada por el programa de fonoaudiología de su alma máter, para ser docente cátedra en el área de práctica profesional dentro del HUV, lo que le implicó un reto mayor y la llevó a iniciar la maestría que está a punto de culminar.

Otro de los proyectos laborales que más ha influenciado en todos los ámbitos de su vida, fue ser revisora editorial de una revista feminista que busca reivindicar los derechos humanos en las mujeres en zonas rurales y urbanas del suroccidente del país.

Laboró con trabajadoras sociales, comunicadoras, geógrafas, biólogas y otras profesionales que desde sus áreas aportaron al objetivo de la revista. Esa experiencia la transformó personalmente y ha redireccionado sus roles como mujer, fonoaudióloga y docente. Luz Ángela logró clarificar su propósito de vida, como lo es apoyar desde la lectura y la escritura a la reivindicación, no solo de la mujer, sino de las comunidades más vulnerables, y formar sujetos analíticos.

La UAO

Así es como en el 2017 llega a la UAO, con una proyección de vida más clara y dispuesta a seguir trabajando desde la academia. Dicta los cursos de “Expresión oral y escrita”,  “Comunicación oral y escrita” y “Lenguaje”. Tiene carga en concentración docente, que le implica el desarrollo de material pedagógico y didáctico para los estudiantes. Esta función docente la asume con el reto de

“contribuir en la formación de ciudadanos, a través de la lectura y escritura, que fortalezcan la democracia y la transformación social”, afirma.

Realmente entender la parte clínica de la fonoaudiología, la teoría de la academia y el mundo del feminismo, le ha permitido permear todos los espacios de su vida y trabajar desde ahí por la equidad de género, las comunidades vulnerables y toda la transformación social que demanda la realidad.

“El uso del lenguaje incluyente, el reconocimiento de la diferencia, los discursos públicos que se masifican por los medios de comunicación, que están cargados de ideología, se pueden reflexionar por medio de la docencia y así poder contribuir a la formación de ciudadanos íntegros con capacidad crítica y constructiva”, afirma la docente.

Hablando de lecturas, la docente se divide en tres vertientes de interés: por un lado, todo lo académico relacionado con los procesos de lectura y de escritura, educación universitaria y didáctica de la lengua; por otro lado, la actualidad socio-política y todo material periodístico, y en la parte más literaria se va por géneros tales como el policial y el suspenso. Por el lado de la música, a diferencia de la lectura, no gusta de todos los géneros, sin embargo las derivaciones del rock entran en sus favoritas.

Como docente espera aportar a la academia, con calidad y asumir, como ella misma cuenta,

“la responsabilidad que tenemos como docentes en el aula de clase, que no solamente va dirigida a evitar que los muchachos se vayan de la universidad, sino que permanezcan con calidad académica. Y que sean conscientes de la responsabilidad que tienen en sus manos al formarse en una institución que se plantea como una universidad de la comunidad y para la comunidad; dejar de pensarse uno mismo y empezar a pensarse como parte de todo un sistema social”.