En el marco de la conmemoración al Día Internacional de la Mujer, Daniela Osorio Payán, la astronauta análoga más joven de Colombia y creadora del Proyecto Semillas Robóticas, que se realiza en Fundautónoma, hizo una visita a la sede operativa de la Fundación para demostrarle a todas nuestras niñas, niños y jóvenes, que los sueños sí se pueden hacer realidad.

Daniela es una mujer de 19 años que, como la mayoría de los niños y jóvenes beneficiarios de la Fundación, proviene de una comunidad vulnerable de la ciudad de Cali, que con su resiliencia, esfuerzo, dedicación y fe ha logrado convertirse en facilitadora social, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, artista gráfico plástica, investigadora y ahora astronauta análoga.

Ella se convirtió en astronauta análoga gracias a su convicción y perseverancia para cumplir un sueño. Participó de convocatorias y ponencias, se dio a conocer y envió solicitudes que le permitieron posicionarse, a ella y a su equipo de investigación Tachi Umada, como astronautas análogos de la NASA, que viajarán en julio de 2023, a Polonia para iniciar su primer proyecto internacional de investigación en el campo aeroespacial.

Además, Daniela, gracias al proyecto Semillas Robóticas que implementó en Fundautónoma, creó un vínculo con cada uno de los niños del programa de Atención Complementaria que participaron de este espacio de aprendizaje, donde pudieron explorar un mundo nuevo con la robótica, ampliando sus horizontes de conocimiento y desarrollando nuevas habilidades.

Por ello, en conmemoración al Día Internacional de la Mujer, quiso visitar la Fundación para dar su testimonio y ejemplo a las niñas, niños y jóvenes de Fundautónoma, realizando un taller participativo llamado Desafiando la gravedad: mujeres cerrando brechas y cumpliendo sueños, en el que los protagonistas fueron los asistentes. A través de preguntas y un diálogo grupal, Daniela aclaró todas las dudas sobre su historia de vida y nuevo proyecto y motivó a los asistentes a luchar por sus sueños y metas de vida.

Finalizando la visita, Daniela les pidió que elaboraran una carta con sus metas, sueños y aspiraciones. Dichas cartas las llevará consigo a Polonia, demostrándoles a todos los pequeños y jóvenes participantes del taller lo lejos que pueden llegar sus sueños, si así se lo proponen. Daniela representa un ejemplo de superación y siembra una semilla de esperanza en cada uno de los beneficiarios de la Fundación, impulsándolos a que crean en su potencial y en que sus sueños pueden convertirse en una realidad.