Ángela María Romero Leyton es egresada del programa de Comunicación Publicitaria del año 2021, y desde que inició sus estudios de pregrado tenía claro que el enfoque que quería darle a su carrera era el audiovisual. 

Fue así como simultáneamente estudió Cine Documental en la Universidad Nacional de Colombia, y empezó a vincularse como directora de arte en proyectos universitarios que le permitieron experimentar y aprender en ese ámbito.

Su trayectoria laboral ha estado marcada por varios largometrajes, series y comerciales, que le han aportado conocimientos y experiencia, permitiéndole así confiar en sus capacidades y seguir amando lo que hace. 

Entre sus experiencias más destacadas se encuentran su trabajo como decoradora para la película Los Hongos de Oscar Ruiz Navia, en el 2014, mientras que en el 2015 inició su carrera en México con la película Las Elegidas, realizada en Tijuana por el director David Pablos. 

Ángela continuó ejerciendo su profesión en este país, esta vez en el departamento de arte del filme de ciencia ficción La Región Salvaje, una producción méxico-europea del director Amat Escalante; en el año 2017 se trasladó nuevamente a Colombia, donde fue la directora de arte para Monos, una producción de Alejandro Landes. 

Para el año 2018 se desempeñó como diseñadora de producción de la película 8 de cada 10, de Sergio Umansky; en el 2019 integró el equipo de arte  del filme La Caja, de Lorenzo Vigas, y en ese mismo año participó como directora de arte y decoradora en El baile de los 41, una producción de época que actualmente se encuentra en Netflix.

En el 2021, trabajó como diseñadora de producción para la película Manto de Gemas, de Natalia López, y en el 2022 hizo la dirección de arte para La hija de todas las rabias, de Laura Baumeister, en Nicaragua. Este mismo año realizó el diseño de producción de El canto del Auricanturi, filme de la caleña Camila Rodríguez, y empezó a incursionar en el mundo de las series con La otra noche de la productora mexicana Vix, y en la realización decomerciales para el Super Bowl del año 2023.

Todos estos proyectos le han ayudado a consolidar su carrera, y actualmente Ángela María vive en México, donde continúa fortaleciendo sus conocimientos en el mundo audiovisual y escribiendo el cortometraje Carlina, para el que busca la financiación que le permita dirigirlo, y de esta forma comenzar a cumplir su sueño de trabajar en algunos proyectos personales.

Este año nuestra egresada empezará a laborar con el director mexicano Francisco Sánchez, quien adaptará el libro Los ojos de perro siberiano, del escritor argentino Antonio Santa Ana.

“El cine es impredecible y mágico, poder realizarlo es casi un milagro, y más con temáticas que a muchos no les gusta tocar ni ver, como temas ambientales, la corrupción, la adolescencia, la rabia, el arte, los ríos, la transexualidad, las desapariciones, la minería o la eutanasia, por poner algunos ejemplos”, indica Ángela.

Nuestra egresada destaca entre sus logros profesionales, el poder construir una carrera en otro país como México, que es muy competitivo pero a la vez generoso: “estar lejos de la familia y los amigos siempre será difícil, pero este país le abre la puerta a los desesperados, como decía Andrés Caicedo”.

También destaca el premio Ariel, otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, Amacc, a la película El baile de los 41, proyecto que considera como uno de los retos más grandes en los que ha participado, ya que desempeñó dos roles simultáneos: como directora de arte y decoradora.

“Puedo decir que todo mi foco estaba en ese proyecto, todos jugamos e intentamos contar esa historia con desenfreno desde el arte; con la diseñadora de producción mexicana, Daniela Schneider, nos dejamos permear por una habitación de pavo real, decorada de piso a techo, una obra anglo japonesa divertida por su combinación de colores, que evocan a los grabados japoneses antiguos, la ambigüedad, la asimetría, hablando de una tema muy complicado y castrador, el porfiriato”, comenta la egresada.

En cuanto a sus proyecciones a futuro, Ángela espera poder trabajar más en Colombia, hacer cine en Cali, y poder crear mundos para hablar de los ancestros, de las abuelas de sus amigas, de su propia abuela, y así formar parte del cine colombiano y lograr que este hable más de las mujeres y que sea hecho por mujeres. 

Asimismo, quiere seguir construyendo sus sueños en el país mexicano y continuar viviendo de lo que ama. También la emociona la idea de trabajar en la próxima película de la directora caleña Natalia Imery.