En la charla dictada por Julián Andrés Romero egresado del programa de Ingeniería Mecatrónica, becado por El Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología del Japón (MEXT) con la beca Mombusho como estudiante de investigación, relató su experiencia y opciones para realizar estudios de pregrado y posgrado en Japón.

Actualmente, realiza su segundo año de doctorado en la Universidad Meiji en Tokyo, Japón en Ingeniería en origami realizando un robot para doblar papel automáticamente. En la charla Julián Andrés relató su experiencia personal, los tres años que lleva viviendo en Japón como pasante doctoral, desmintió algunos mitos que existen en Colombia sobre Japón, su gente y su cultura.

“La disciplina tarde o temprano vencerá la inteligencia” frase utilizada en Japón, pues es en la disciplina donde está el secreto del éxito, son puntuales pues saben que el tiempo es honorable, la falta de discilpina por más talento que se tenga le hará perder grandes oportunidades en la vida, relata el egresado, el valor del trabajo, el respeto por la jerarquía, a los mayores y por supuesto a la puntualidad es una de las mayores manifestaciones de respeto hacia la otra persona.

El egresado contó de sus estudios en ingeniería de Origami y sus aplicaciones tanto en el ámbito industrial, aeroespacial y automovilístico, “inspirados en técnicas de pliegues de papel hay edificios y construcciones, pero si se traslada estas técnicas a otros materiales y a una escala real ya se tiene que introducir elementos como bisagras”. Concluye que lo importante de este estudio es que muestra que el pliegue y sus combinaciones funcionan muy bien en dos dimensiones o sentidos, es fácilmente colapsable y desplegable.

La ingeniería basada en el origami utiliza técnicas y las características especiales del origami para la fabricación de objetos. Con tecnología informática, algunos ingenieros desarrollan métodos de diseño denominados origami computacional, ya que usan el origami como herramienta matemática para ampliar el potencial de una habilidad que hasta hace poco era un pasatiempo para niños.

Además de la revolución alrededor del origami, mostró algunos desarrollos en las áreas de robótica, inteligencia artificial y procesamiento de imágenes, cómo se ha llegado a la creación de sistemas computarizados que manifiestan formas de inteligencia, sistemas que aprenden nuevos conceptos y tareas, sistemas que razonan y derivan conclusiones útiles acerca del mundo, sistemas que comprenden un lenguaje natural o perciben y comprenden una escena visual, la tecnología en general es quizá el factor de cambio más importante en el mundo moderno. Si bien implican riesgos, los avances tecnológicos prometen soluciones innovadoras a los desafíos mundiales más urgentes de la época.

Concluye diciendo que la cooperación internacional es uno de los medios más directos para aumentar las capacidades científicas y tecnológicas, el desarrollo de proyectos y el intercambio de experiencias con homólogos científicos de otros países, promueve la formación de recursos humanos de alto nivel competitivo. “Ha sido una buena experiencia, en la cual se me ha dado la oportunidad de aprender, de conocer una de las culturas más disciplinadas y amables que he visto”, concluye el ingeniero Romero Llano.